La selección del médico oncólogo es una de las decisiones más cruciales que enfrentará un paciente, especialmente cuando se trata de entender qué trata un oncólogo y su papel en el proceso de recuperación. En México, donde solo 1 de cada 9 aspirantes logra ingresar a la carrera de medicina, encontrar al especialista adecuado requiere una consideración cuidadosa.
El cirujano oncólogo es, primordialmente, el especialista responsable del diagnóstico y tratamiento quirúrgico del cáncer. Sin embargo, muchos pacientes no saben que tienen tiempo para tomar esta importante decisión de manera informada. Por lo tanto, esta guía presentará los factores fundamentales que se deben considerar al elegir un cirujano oncólogo en la Ciudad de México, asegurando que esta decisión contribuya positivamente al tratamiento y pronóstico del paciente.
Entender qué hace un cirujano oncólogo

Para comprender el papel fundamental que desempeña un cirujano oncólogo en el tratamiento del cáncer, primero es necesario entender qué es un médico oncólogo y sus diferentes especialidades. Este conocimiento resulta esencial para tomar decisiones informadas sobre nuestro tratamiento o el de un ser querido.
Qué es un médico oncólogo y qué trata
Un oncólogo es el profesional de la medicina especializado en el estudio, diagnóstico y tratamiento del cáncer. Su objetivo principal consiste en analizar y tratar tumores tanto benignos como malignos, proporcionando atención integral a pacientes diagnosticados con esta enfermedad [1]. Esta especialidad médica abarca múltiples aspectos del manejo del cáncer, desde la detección inicial hasta los cuidados paliativos cuando son necesarios.
El médico oncólogo se encarga de una amplia variedad de responsabilidades que incluyen:
- Diagnosticar y estudiar todo lo relacionado con el cáncer
- Prescribir y supervisar tratamientos como quimioterapia, radioterapia o cirugía
- Administrar cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida
- Realizar seguimiento después del tratamiento para detectar posibles recurrencias
- Participar en investigación y desarrollo de nuevos tratamientos [1]
Los oncólogos tratan numerosos tipos de cáncer, independientemente de su punto de origen o características específicas. Entre los tipos más comunes que atienden se encuentran cánceres de mama, pulmón, próstata, colon, estómago, páncreas, hígado, tiroides, piel, riñón, vejiga y muchos otros [2]. Asimismo, son especialistas en el manejo de diferentes tumores como meningiomas, sarcomas, tumores neuroendocrinos y linfomas, por mencionar algunos.
El tratamiento oncológico busca primordialmente eliminar por completo el cáncer del cuerpo, destruyendo todas las células malignas. Cuando esto no es posible, el objetivo se centra en reducir o retrasar el crecimiento del cáncer, permitiendo al paciente vivir con mejor calidad de vida durante el mayor tiempo posible [1]. Para lograr estos objetivos, los oncólogos disponen de diversas herramientas terapéuticas como:
- Inmunoterapia y terapias biológicas
- Quimioterapia y anticuerpos monoclonales
- Terapias dirigidas con fármacos y hormonales
- Tratamientos experimentales y terapias complementarias [1]
Debido a la complejidad del cáncer, los médicos oncólogos no trabajan de manera aislada. Por el contrario, forman parte de equipos multidisciplinarios que incluyen patólogos, radiólogos, enfermeros especializados y otros profesionales, permitiendo un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado [3].
Diferencias entre oncólogo clínico y cirujano oncólogo
Dentro del amplio campo de la oncología, existen diferentes especialidades que se complementan entre sí para ofrecer un tratamiento integral. Las dos más destacadas son la oncología clínica (también conocida como oncología médica) y la oncología quirúrgica.
El oncólogo clínico o médico es un especialista derivado de la medicina interna que se dedica al diagnóstico y tratamiento del cáncer mediante el uso de medicamentos. Su enfoque se centra en la atención del paciente como un todo, aplicando tratamientos como quimioterapia, terapia hormonal y otros fármacos [4]. Este profesional coordina habitualmente el plan general de tratamiento y realiza el seguimiento a largo plazo del paciente.
Por otra parte, el cirujano oncólogo es el especialista médico que se ocupa específicamente de la prevención, diagnóstico, tratamiento quirúrgico y seguimiento de pacientes con tumores [5]. Su formación incluye conocimientos profundos de ciencias básicas, clínicas y fundamentos de cirugía general, lo que le permite diagnosticar y resolver padecimientos oncológicos mediante procedimientos quirúrgicos [5].
Las diferencias fundamentales entre ambos especialistas radican en sus enfoques de tratamiento. Mientras el oncólogo clínico se especializa en administrar tratamientos farmacológicos, el cirujano oncólogo se concentra en los procedimientos quirúrgicos para extirpar tumores y tejidos afectados [5]. No obstante, ambos trabajan en estrecha colaboración, ya que muchos pacientes requieren tratamientos combinados.
La cirugía oncológica abarca cinco enfoques complementarios:
- Cirugía diagnóstica: obtención de biopsias mediante procedimientos invasivos.
- Cirugía de urgencia: tratamiento de complicaciones que ponen en riesgo la vida a corto plazo.
- Cirugía representativa: extracción del tumor y/o metástasis con criterios oncológicos específicos.
- Cirugía paliativa: alivio de complicaciones generadas por el tumor.
- Cirugía reconstructiva: reparación de tejidos después de resecciones oncológicas [5].
El cirujano oncólogo posee habilidades especiales para intervenir quirúrgicamente a pacientes con cáncer, extrayendo tumores, tejidos afectados y ganglios linfáticos cercanos cuando es necesario [5]. Además, realiza diferentes tipos de biopsias como: aspiración con aguja fina, biopsia con aguja gruesa, biopsia por incisión y biopsia por escisión, todas fundamentales para confirmar diagnósticos [6].
Un aspecto crucial del trabajo del cirujano oncólogo es su comprensión de los criterios oncológicos específicos durante la cirugía, como mantener márgenes de tejido sano, realizar linfadenectomías cuando corresponde, respetar la integridad capsular del tumor y extirpar órganos o tumores desde su origen vascular [5]. Estos principios son determinantes para el pronóstico del paciente, pues una cirugía sin criterio oncológico adecuado puede tener implicaciones negativas en la supervivencia y calidad de vida [3].
Desafortunadamente, muchos pacientes no son referidos al especialista adecuado al momento del diagnóstico o sospecha de cáncer, continuando su atención con médicos no especializados en oncología [3]. Esta situación puede comprometer seriamente el pronóstico, ya que el manejo del cáncer requiere atención multidisciplinaria integral por especialistas en oncología.
El trabajo conjunto entre oncólogos clínicos y cirujanos oncólogos resulta esencial. A menudo, distintos tipos de médicos colaboran para crear planes de tratamiento que combinan diferentes modalidades terapéuticas [3]. Por ejemplo, un paciente puede necesitar cirugía para extirpar un tumor, seguida de quimioterapia o radioterapia para eliminar células cancerosas residuales.
La elección del médico adecuado impacta directamente en el manejo y supervivencia de los pacientes con cáncer [3]. Por eso, comprender las diferencias entre estos especialistas constituye el primer paso para tomar decisiones informadas respecto al tratamiento más apropiado. La clave está en buscar profesionales con la formación, experiencia y habilidades específicas para cada tipo particular de cáncer.
Cómo prepararte emocionalmente para elegir

Recibir un diagnóstico de cáncer representa uno de los momentos más difíciles en la vida de cualquier persona. Según los expertos, este impacto trasciende lo físico y afecta profundamente el aspecto emocional del paciente y su entorno familiar. Entender que estas emociones son parte natural del proceso permitirá tomar mejores decisiones sobre qué médico oncólogo elegir para el tratamiento.
Aceptar el diagnóstico y tomar decisiones con calma
El descubrimiento de tener cáncer genera sensaciones abrumadoras que pueden dificultar la toma de decisiones. Muchas personas describen sentimientos de ansiedad, miedo o agobio al recibir su diagnóstico por primera vez [7]. La incertidumbre se convierte en una de las emociones más presentes durante todo el proceso oncológico, comenzando desde las primeras pruebas, antes del diagnóstico y durante toda la enfermedad [8].
Es fundamental recordar que, aunque pueda parecer urgente iniciar inmediatamente un tratamiento, la mayoría de los pacientes con cáncer disponen de tiempo suficiente para asegurarse de recibir la mejor atención posible [9]. Este periodo debe aprovecharse para:
- Asimilar gradualmente la información recibida
- Investigar sobre los especialistas disponibles
- Consultar diferentes opiniones profesionales
- Reflexionar sobre las opciones de tratamiento
La toma de decisiones compartida constituye un proceso donde las decisiones sobre el cuidado se toman con el paciente, no por el paciente [7]. Este enfoque implica un intercambio bidireccional de información entre el equipo médico y la persona afectada, garantizando que se planifique el tipo correcto de atención según las necesidades específicas del paciente.
Durante esta etapa inicial, resulta normal experimentar variaciones emocionales. Los pacientes oncológicos suelen pasar por diferentes estados que incluyen:
- Un periodo inicial de aturdimiento y negación («esto no puede estar sucediéndome a mí»)
- Labilidad emocional manifestada como tristeza, pena y cambios anímicos
- Ansiedad y angustia ante lo desconocido del tratamiento
- Sensación de indefensión y desesperanza
- Eventual aceptación de la enfermedad [10]
Para facilitar este proceso de adaptación emocional, los especialistas recomiendan algunas estrategias concretas:
Mantener comunicación abierta y honesta. Expresar los verdaderos sentimientos con seres queridos y profesionales sanitarios permite recibir el apoyo necesario y evita sensaciones de aislamiento [7]. La comunicación efectiva ayuda a contrarrestar los efectos negativos del estrés, ansiedad y depresión que frecuentemente acompañan al diagnóstico [11].
Solicitar más tiempo para reflexionar. Si la información recibida resulta excesiva para procesar, es perfectamente válido pedir más tiempo al equipo médico para tomar decisiones [8]. Esto permite analizar detenidamente las opciones disponibles y consultar con familiares o amigos cercanos.
Elaborar listas de ventajas e inconvenientes. Una herramienta práctica consiste en escribir los pros y contras de cada opción para clarificar dudas [8]. Esta técnica ayuda a visualizar objetivamente las alternativas y facilita la toma de decisiones informadas.
Considerar apoyo psicológico especializado. La psicooncología no se enfoca en traumas infantiles o problemas laborales, sino en proporcionar herramientas y recursos que ayuden al paciente a afrontar su enfermedad adecuadamente [1]. Está demostrado que un paciente emocionalmente estable tiene mejor adherencia a los tratamientos.
Asimismo, es importante entender que el afrontamiento activo (búsqueda de información, solicitud de ayuda profesional y búsqueda de soluciones) promueve una mejor adaptación ante el diagnóstico, mientras que la aceptación pasiva (desesperanza, evitación, negación y fatalismo) se relaciona negativamente con el ajuste psicológico [10].
Importancia del acompañamiento familiar
El núcleo familiar constituye el primer y más importante elemento de apoyo para el paciente oncológico [10]. Por tanto, involucrar a la familia desde el inicio del proceso resulta fundamental para crear un entorno emocional estable que beneficie tanto al paciente como a sus seres queridos.
Un aspecto crucial del acompañamiento familiar se relaciona con la asistencia a consultas médicas. Los especialistas recomiendan considerar la posibilidad de que un familiar o amigo acompañe al paciente durante las primeras citas médicas, ya que esto ayudará a recordar mejor la información proporcionada por el médico [7]. Dos personas atentas captan más detalles que una sola, especialmente en momentos de alta carga emocional.
La relación médico-paciente-familia juega un papel determinante en la facilitación u obstaculización de la adaptación a la enfermedad [4]. Por esta razón, es recomendable fomentar una interacción caracterizada por:
- Confidencialidad y respeto mutuo
- Entendimiento y comprensión empática
- Coparticipación emocional
- Reconocimiento de la dignidad del enfermo
- Respeto a la libertad de elección [4]
En este contexto, los familiares pueden asumir roles específicos como:
Comunicadores de información valiosa. La familia, quienes mejor conocen al paciente, pueden proporcionar al equipo médico datos relevantes sobre sus antecedentes, preferencias y particularidades [4].
Intermediarios en la comunicación médico-paciente. Cuando el estado emocional del paciente dificulta la comprensión de información médica compleja, los familiares pueden servir como puente comunicativo efectivo.
Observadores atentos de la evolución. Los familiares deben mantener comunicación constante con el médico tratante y equipo de salud, especialmente si notan cambios importantes o mala evolución del paciente [4].
Fuente de estabilidad emocional. Un entorno familiar comprensivo ayuda a reducir la ansiedad y el estrés asociados con el diagnóstico y tratamiento, mejorando la capacidad del paciente para afrontar su enfermedad.
El bienestar emocional del paciente impacta directamente en su familia y viceversa. Por ende, cuando el paciente logra estabilidad emocional, esto repercute positivamente en su entorno familiar, creando un círculo virtuoso de apoyo mutuo [1].
Es importante aclarar que solicitar ayuda profesional no indica debilidad ni incapacidad para manejar la situación. Por el contrario, representa una decisión madura de utilizar todas las herramientas disponibles para enfrentar la enfermedad de la manera más eficaz posible [1].
Un estado emocional equilibrado permite que el paciente comprenda mejor su enfermedad y tratamiento, se sienta adecuadamente acompañado durante el proceso y, consecuentemente, mejore su calidad de vida [1]. Esta estabilidad emocional facilita significativamente la siguiente etapa: la elección informada del cirujano oncólogo más adecuado para cada caso particular.
Factores clave para elegir a tu cirujano oncólogo en CDMX

Una vez aceptado el diagnóstico, la búsqueda del mejor cirujano oncólogo para tu caso específico se convierte en una prioridad. Elegir al especialista adecuado impacta directamente en la calidad del tratamiento y en las probabilidades de recuperación. A continuación, se presentan los factores fundamentales que debes considerar al seleccionar a tu cirujano oncólogo en la Ciudad de México.
Experiencia en tu tipo de cáncer
La especialización y experiencia en el tipo específico de cáncer que padeces constituye uno de los factores más determinantes para la selección de tu cirujano oncólogo. Los expertos señalan que es fundamental que tu especialista tenga amplia experiencia en el tratamiento del tipo específico de cáncer que enfrentas [2].
Al evaluar la experiencia del especialista, considera preguntar:
- ¿Cuántos años lleva tratando a personas con este tipo específico de cáncer?
- ¿Cuántas personas con mi tipo de cáncer trata cada año?
- ¿Con qué frecuencia se encuentra con casos similares al mío? [12]
Aunque no existe un número exacto de casos que determine la competencia de un cirujano, es esencial sentir confianza en que posee suficiente experiencia tratando pacientes en situaciones similares a la tuya [2]. Por ejemplo, en México existen cirujanos oncólogos con más de 20 o 30 años de experiencia [13][14], lo que garantiza un amplio conocimiento en diferentes tipos de cáncer.
Es importante señalar que cada cirujano experimentado tiene especialización en diferentes tipos de cáncer [15]. Algunos se especializan en cáncer de mama, otros en tumores gastrointestinales, melanoma o sarcomas. Esta especialización asegura que recibas el tratamiento quirúrgico más adecuado para tu caso particular.
Certificaciones y formación especializada
La verificación de credenciales profesionales constituye otro aspecto crucial en la selección de tu cirujano oncólogo. México cuenta con un riguroso sistema de certificación y recertificación médica que garantiza altos estándares de calidad en la práctica oncológica.
Los cirujanos oncólogos en México invierten aproximadamente 14 años en su formación: siete años de la carrera de Medicina, cuatro más de especialidad quirúrgica y tres adicionales en la subespecialidad de cirugía oncológica [3]. Esta extensa formación asegura que posean los conocimientos y habilidades necesarios para tratar adecuadamente a pacientes con cáncer.
Es fundamental verificar que el especialista esté certificado por el Consejo Mexicano de Oncología (CMO) [13][14], el órgano que certifica que un médico reúne los estándares mínimos de conocimientos necesarios para atender a pacientes oncológicos [3]. Esta certificación debe renovarse periódicamente mediante un proceso de recertificación cada cinco años [6], lo que garantiza la actualización constante de conocimientos.
Para comprobar estas credenciales, puedes:
- Preguntar directamente al médico sobre su certificación
- Verificar su estatus en el sitio web del Consejo Mexicano de Oncología
- Consultar su afiliación a sociedades como la Sociedad de Oncología Quirúrgica de México (SOQM) [16]
Asimismo, conocer dónde se formó, si tiene otras especializaciones o áreas de interés específicas resulta muy relevante para la tranquilidad del paciente [2]. Algunos cirujanos oncólogos tienen formación adicional en áreas como cirugía oncoplástica, cirugía robótica o técnicas mínimamente invasivas, lo que puede ser determinante según tu caso particular.
Hospitales donde opera y equipo multidisciplinario
El centro hospitalario donde el cirujano oncólogo realiza sus intervenciones y el equipo multidisciplinario con el que colabora representan factores decisivos en la calidad de la atención que recibirás.
En la Ciudad de México existen instituciones especializadas en el tratamiento del cáncer como el Instituto Nacional de Cancerología [17], el Centro Médico Nacional Siglo XXI [13], el Hospital General de México [18], y centros privados como el Centro Médico ABC [19], el Hospital Ángeles [20] y el Centro Oncológico Internacional [5].
La colaboración entre diferentes profesionales de la salud es una estrategia fundamental que se utiliza en muchos hospitales y clínicas para el tratamiento integral del cáncer [21]. Lo ideal es que tu cirujano oncólogo trabaje como parte de un «Tumor Board» o equipo multidisciplinario que incluya:
- Oncólogos médicos (quimioterapia)
- Radioterapeutas
- Radiólogos
- Patólogos
- Especialistas en cuidados paliativos
- Enfermeros oncológicos
- Psico-oncólogos [18][5]
Esta aproximación multidisciplinaria permite determinar el tratamiento más beneficioso para cada paciente [5]. Saber cómo trabaja este equipo y cómo se comunican entre ellos ayudará a ti y a tus seres queridos a entender quién puede ayudarte con problemas específicos que pudieran surgir durante el tratamiento [21].
También resulta importante considerar la infraestructura y tecnología disponible en el hospital. Centros con instalaciones de primer nivel aseguran mayor comodidad, tranquilidad y seguridad tanto para el paciente como para sus familiares [5]. Algunos hospitales cuentan con tecnología avanzada como equipos de cirugía robótica, que pueden ofrecer ventajas en ciertos procedimientos quirúrgicos [15].
Idioma, trato humano y empatía
Por último, aunque no menos importante, la calidad de la comunicación y la empatía del cirujano oncólogo juegan un papel crucial en el éxito del tratamiento y la experiencia del paciente.
La comunicación abierta y la disposición para responder preguntas son aspectos fundamentales que debe cumplir un especialista en cáncer [2]. Es esencial sentir que tu médico te escucha y responde a tus inquietudes. Asimismo, debes asegurarte de que esté disponible para comunicarse contigo cuando lo necesites, incluso después de salir de la consulta.
Varias investigaciones han demostrado que los médicos más empáticos obtienen mejores resultados clínicos en enfermedades como el cáncer [22]. No se trata únicamente de humanidad, sino también de eficacia terapéutica. La empatía médica facilita:
- Mayor facilidad para que expreses tus síntomas y preocupaciones
- Mejor anamnesis y precisión diagnóstica
- Mayor participación en tu propio tratamiento
- Mejor educación sobre tu condición de salud [23]
Una comunicación efectiva es fundamental en la atención oncológica. Un alto porcentaje de quejas y conflictos médicos tienen como origen la deficiente calidad en la comunicación [24]. Por tanto, es recomendable evaluar durante la primera consulta si el cirujano:
- Utiliza un lenguaje comprensible, explicando términos médicos complejos
- Dedica tiempo suficiente para responder todas tus dudas
- Muestra interés genuino por tu caso particular
- Respeta tus creencias personales y espirituales [24]
- Es capaz de escuchar activamente, respetando tus momentos de silencio o emoción
El trato humano y cálido también pone en alto la experiencia y preparación de los especialistas [19]. Un cirujano oncólogo que combine conocimientos técnicos avanzados con empatía y dedicación a la atención personalizada de cada paciente generará mayor confianza y adherencia al tratamiento [9].
La barrera idiomática puede representar un obstáculo significativo en la comunicación médico-paciente. Si bien muchos cirujanos oncólogos en la Ciudad de México son bilingües [13][14], es importante verificar que exista plena comprensión mutua para evitar malentendidos en aspectos cruciales del tratamiento.
Sentirte respaldado y comprendido por tu equipo médico resulta crucial para tu bienestar durante el tratamiento del cáncer [2]. La confianza en tu cirujano oncólogo y la sensación de ser tratado como persona, no solo como paciente, contribuirán significativamente a tu experiencia durante este difícil proceso.
Cómo investigar y comparar opciones en CDMX

Encontrar al cirujano oncólogo adecuado requiere investigación metódica y comparación objetiva de las opciones disponibles. En la Ciudad de México, donde existe una amplia oferta de especialistas, es fundamental saber cómo y dónde buscar para tomar una decisión informada que podría impactar significativamente en el resultado del tratamiento.
Dónde buscar especialistas confiables
La Ciudad de México alberga numerosos cirujanos oncólogos calificados, pero identificar a los más confiables requiere consultar fuentes específicas. En primer lugar, las plataformas digitales especializadas como Doctoralia y TopDoctors ofrecen directorios actualizados de especialistas en oncología clasificados por especialidad, ubicación y opiniones de pacientes anteriores.
Estas plataformas permiten filtrar búsquedas por «cirujano oncólogo» y revisar perfiles detallados que incluyen formación académica, experiencia y costos aproximados de consulta. Por ejemplo, en Doctoralia aparecen especialistas con precios que oscilan entre $20,000 y $40,000 pesos mexicanos por consulta inicial [10].
Por otro lado, las instituciones especializadas constituyen otra fuente confiable. Centros como el Instituto Nacional de Cancerología, Centro Médico ABC y Hospital Ángeles cuentan con departamentos de oncología donde laboran cirujanos certificados. Estos hospitales suelen tener directorios de médicos en sus sitios web oficiales o proporcionan esta información vía telefónica.
Asimismo, las recomendaciones personales siguen siendo valiosas. Consultar con el médico de cabecera o con otros pacientes que hayan enfrentado situaciones similares proporciona perspectivas basadas en experiencias reales. Además, asociaciones como el Consejo Mexicano de Oncología pueden brindar información sobre especialistas certificados.
Qué preguntar en la primera consulta
La primera consulta representa una oportunidad crucial para evaluar si el cirujano oncólogo es el adecuado para tu caso. Preparar una lista de preguntas específicas ayudará a obtener información valiosa y a sentir mayor control sobre el proceso.
Estas preguntas fundamentales deben incluir:
- ¿Qué tipo específico de cáncer tengo y en qué etapa se encuentra? [12]
- ¿Necesito realizarme pruebas adicionales antes de decidir el tratamiento? [12]
- ¿Cuál es el tratamiento estándar para mi tipo de cáncer? [12]
- ¿Cuáles son las ventajas y desventajas del tratamiento que recomienda? [7]
- ¿Cuál es el objetivo del tratamiento: curación o control de síntomas? [7]
- ¿Con qué frecuencia realizará controles y cuánto durará el tratamiento? [7]
- ¿Qué probabilidades hay de recurrencia después del tratamiento propuesto? [7]
Los expertos recomiendan acudir acompañado a esta primera consulta. Un familiar o amigo puede tomar notas y asegurarse de que todas las preguntas sean respondidas adecuadamente, ya que es común olvidar información importante debido al impacto emocional [12].
Igualmente importante es solicitar información sobre costos y cobertura de seguros. No dudes en preguntar: «¿Cuál será el costo aproximado del tratamiento completo? ¿Mi seguro médico cubrirá estos gastos?» [7]. Esta información ayudará a planificar el aspecto económico del tratamiento.
Cómo interpretar la experiencia y resultados del médico
Evaluar objetivamente la experiencia y resultados de un cirujano oncólogo requiere análisis de aspectos específicos. Inicialmente, es recomendable preguntar directamente: «¿Cuántos años lleva tratando este tipo específico de cáncer y cuántos pacientes con mi diagnóstico trata anualmente?» [12]. Un especialista experimentado no tendrá inconveniente en compartir esta información.
Las certificaciones profesionales proporcionan indicadores confiables de competencia. En México, verificar que el cirujano esté certificado por el Consejo Mexicano de Oncología garantiza que cumple con los estándares mínimos necesarios para ejercer [8]. Actualmente, existen cirujanos oncólogos con décadas de experiencia y miles de procedimientos realizados, como se evidencia en algunos perfiles profesionales que reportan más de 3,000 pacientes atendidos y 5,000 procedimientos efectuados [8].
Por consiguiente, solicitar información sobre resultados específicos es fundamental. Aunque pueda resultar incómodo, preguntar sobre tasas de éxito, complicaciones frecuentes o posibles efectos secundarios proporciona datos valiosos para evaluar al especialista [25].
El trabajo en equipo multidisciplinario también refleja la calidad del cirujano oncólogo. Los mejores especialistas colaboran activamente con otros profesionales como oncólogos médicos, radiólogos, patólogos y enfermeras especializadas [26]. Esta colaboración asegura un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento integral.
Finalmente, observar la comunicación durante la consulta inicial proporciona indicios importantes. Un buen cirujano oncólogo escucha atentamente, responde con claridad y evita usar terminología excesivamente técnica sin explicaciones. La comunicación efectiva entre médico y paciente resulta determinante para el éxito del tratamiento.
Si después de esta investigación aún existen dudas, recuerda que especialistas como el Dr. Omar Soto, cirujano oncólogo reconocido en la Ciudad de México, ofrecen segundas opiniones que pueden aportar mayor claridad para tomar la mejor decisión para tu salud.
Cuándo considerar una segunda opinión
La duda es un elemento natural durante el proceso oncológico. Buscar una segunda opinión médica no refleja desconfianza, sino responsabilidad hacia la propia salud. Entre un 30% y 77% de pacientes con diagnósticos graves desean consultar otra perspectiva profesional [27], práctica que puede brindar mayor seguridad y, en algunos casos, cambiar significativamente el rumbo del tratamiento.
Situaciones en las que es recomendable
Existen circunstancias específicas donde obtener una segunda opinión se vuelve particularmente valioso:
- Diagnóstico de cáncer poco común o inusual: Los cánceres raros afectan a menos de 40,000 personas por año y suelen tener opciones limitadas de tratamiento [28]. Un especialista con experiencia específica en esos casos puede ofrecer perspectivas diferentes.
- Tratamiento propuesto invasivo o que modifica la calidad de vida: Cuando la cirugía puede afectar significativamente el físico o la fertilidad, como una mastectomía, es fundamental explorar todas las alternativas disponibles [28].
- Dificultades de comunicación con el médico: Si el informe está en lenguaje técnico difícil de comprender o la comunicación con el especialista resulta complicada, buscar otro profesional que explique con mayor claridad es recomendable [4].
- Persistencia de síntomas pese al tratamiento: Si los síntomas persisten después de iniciado el tratamiento, una segunda evaluación podría identificar problemas no detectados inicialmente [29].
- Múltiples opciones de tratamiento: Cuando existen diversas alternativas terapéuticas y resulta difícil decidir cuál es la más adecuada [30].
Un estudio realizado en Michigan con aproximadamente 150 pacientes de cáncer de mama reveló que a más de la mitad se les recomendó modificar sus planes de tratamiento después de recibir una segunda opinión de un equipo multidisciplinario [4].
Cómo solicitarla sin afectar la relación médico-paciente
Solicitar otra opinión constituye un derecho del paciente y no debe interpretarse como una ofensa hacia el médico tratante. La mayoría de los especialistas comprenden su importancia y no se sienten cuestionados [30].
Para abordar el tema adecuadamente:
«Estoy considerando obtener una segunda opinión. ¿Me puede recomendar a alguien?» o «Antes de comenzar el tratamiento, me gustaría consultar con otro especialista. ¿Podría ayudarme con esto?» son formas respetuosas de iniciar la conversación [30].
Asimismo, es fundamental llevar toda la documentación médica a la consulta de segunda opinión: informes, resultados de pruebas diagnósticas (biopsias, resonancias, tomografías) e información sobre tratamientos previos [31].
Si las opiniones recibidas difieren, los expertos recomiendan preguntar a ambos médicos: qué pruebas utilizaron para el diagnóstico, cómo interpretaron los resultados, qué guías consultaron y si estarían dispuestos a revisar el caso conjuntamente [28].
El Dr. Omar Soto, cirujano oncólogo reconocido en CDMX, ofrece segundas opiniones especializadas para casos complejos, brindando claridad cuando existen dudas sobre el diagnóstico o tratamiento.
5 Factores a considerar
Elegir al cirujano oncólogo adecuado en CDMX implica evaluar cinco aspectos centrales: experiencia clínica, certificación profesional, entorno hospitalario y equipo multidisciplinario, calidad de la comunicación y respaldo de resultados / segundas opiniones. A continuación encontrarás cada factor con preguntas-guía que te ayudarán a comparar especialistas y enlaces públicos donde corroborar la información.
1. Experiencia y sub-especialización
- ¿Cuántos procedimientos como el mío realiza al año?
- ¿Tiene experiencia específica en mi tipo de cáncer (p. ej., laringe, tiroides, colon)?
- ¿Participa en técnicas avanzadas (cirugía robótica, mínima invasión) y con qué resultados?
2. Certificación y formación
- ¿Cuenta con certificación vigente del Consejo Mexicano de Oncología (CMO)? (Cómo Elegir a tu Cirujano Oncólogo en CDMX: 5 Factores Clave a Considerar – Dr. Omar Soto, Certificación en oncología – ScienceLink)
- ¿Cuándo fue su última recertificación y en qué institución se entrenó?
- Dónde verificar: ingresa al directorio del CMO (cmo.org.mx) o al buscador de CONACEM para comprobar estatus y vigencia. (Consejo Mexicano de Oncología, A.C, CONACEM – Inicio)
3. Hospital, tecnología y equipo multidisciplinario
- ¿En qué hospitales opera y qué infraestructura quirúrgica (p. ej., cirugía robótica, UCI oncológica) está disponible?
- ¿Mi caso se presenta ante un «Tumor Board» con oncólogos médicos, radioterapeutas, radiólogos y patólogos?
- ¿Cómo se coordinan los distintos especialistas para el seguimiento postoperatorio?
- Dónde verificar: revisa en los sitios del Instituto Nacional de Cancerología, Centro Médico ABC o el hospital privado seleccionado si existe comité oncológico permanente.
4. Comunicación y empatía
- ¿Respondió a todas mis preguntas con un lenguaje claro y comprensible?
- ¿Me sentí escuchado/a, respetado/a y con acceso a resolver dudas posteriores (teléfono, correo, WhatsApp seguro)?
- ¿Explora mis valores y preferencias antes de proponer el plan quirúrgico?
5. Resultados, opiniones y segunda opinión
- ¿Cuáles son sus tasas de éxito, complicaciones y supervivencia para cirugías como la mía?
- ¿Puedo revisar testimonios verificados en plataformas como Doctoralia o TopDoctors?
- ¿Recomienda obtener una segunda opinión y con quién? ¿Facilita mis estudios para ello?
- Dónde verificar: la American Cancer Society explica cuándo y cómo pedir una segunda opinión y ofrece recursos adicionales. (Seeking a Second Opinion – American Cancer Society, Understanding Your Options and Making Treatment Decisions)
Consejo final: utiliza estas preguntas como lista de cotejo en cada consulta; anota las respuestas y compáralas. Una decisión basada en datos—experiencia demostrada, certificación vigente, trabajo en equipo, buena comunicación y resultados transparentes—incrementa la seguridad y la calidad de tu tratamiento oncológico en la Ciudad de México.
Conclusión
La elección del cirujano oncólogo representa una decisión crucial que requiere tiempo, investigación y consideración cuidadosa. Los factores analizados – experiencia específica, certificaciones profesionales, infraestructura hospitalaria y calidad humana – constituyen elementos fundamentales para tomar una decisión informada.
Sin embargo, este proceso no debe enfrentarse en soledad. El apoyo familiar, combinado con la guía de profesionales especializados, permite navegar este camino con mayor seguridad y confianza. La investigación metódica de opciones disponibles, junto con la disposición para buscar segundas opiniones cuando sea necesario, aumenta significativamente las probabilidades de encontrar al especialista adecuado.
Los pacientes oncológicos en la Ciudad de México cuentan con acceso a cirujanos altamente calificados y centros médicos de primer nivel. Entre los especialistas destacados se encuentra el Dr. Omar Soto, reconocido por su amplia experiencia en cirugía oncológica y su compromiso con el tratamiento personalizado de cada paciente.
Finalmente, recordar que cada caso es único y merece atención especializada resulta esencial. La decisión sobre quién realizará el tratamiento quirúrgico debe basarse tanto en criterios técnicos como en la conexión humana establecida con el especialista, garantizando así una experiencia médica integral que priorice el bienestar del paciente.
Referencias
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[2] – https://blog.coisalud.com/que-tipo-de-especialista-en-cancer-necesitas
[3] – https://www.sie7edechiapas.com/post/cuenta-méxico-con-los-mejores-cirujanos-oncológicos-a-nivel-latinoamérica
[4] – https://www.breastcancer.org/es/tratamiento/segunda-opinion/por-que
[5] – https://www.coisalud.com/nuestras-ubicaciones/centro-oncologico-internacional-cdmx
[6] – https://www.elsevier.es/es-revista-educacion-medica-71-articulo-formacion-medicos-especialistas-mexico-S1575181318300299
[7] – https://mundocancer.org/preguntas-a-medicos/
[8] – https://drlaurocruz.com.mx/
[9] – https://oncologiamedicaencdmx.com/soporte-oncologico-multidisciplinar.php
[10] – https://www.doctoralia.com.mx/tratamientos-servicios/consulta-oncologia/ciudad-de-mexico
[11] – https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-70632021000200063
[12] – https://www.mskcc.org/es/news/questions-ask-oncologist-during-first-visit-after-cancer-diagnosis
[13] – https://www.topdoctors.mx/doctor/jesus-arreguin-porras/
[14] – https://www.topdoctors.mx/doctor/ildefonso-roberto-de-la-pena-lopez/
[15] – https://umiamihealth.org/es/tratamientos-y-servicios/cirugía/surgical-oncology
[16] – https://soqmexico.org/nosotros
[17] – http://www.incan.salud.gob.mx/
[18] – https://hgm.salud.gob.mx/interna/unidades/onco/onco.html
[19] – https://centromedicoabc.com/centro-de-cancer/
[20] – https://hospitalangeles.com/acoxpa/servicios/unidad-de-oncologia
[21] – https://www.cancer.org/es/cancer/como-sobrellevar-el-cancer/encontrar-tratamiento/profesionales-de-la-salud-relacionados-con-la-atencion-del-cancer.html
[22] – https://elpais.com/salud-y-bienestar/2024-08-22/la-empatia-en-medicina-no-es-solo-cuestion-de-humanidad-tambien-tiene-claros-efectos-terapeuticos.html
[23] – https://www.elsevier.es/es-revista-atencion-primaria-27-articulo-la-empatia-medica-nace-o-S021265671500058X
[24] – https://www.isep.es/actualidad/la-importancia-de-la-empatia-en-la-comunicacion-oncologica/
[25] – https://www.cancer.org/es/cancer/tipos/cancer-de-seno/comprension-de-un-diagnostico-de-cancer-de-seno/preguntas-para-hacer-a-su-medico-sobre-el-cancer-de-seno.html
[26] – https://www.drrafaelvazquezoncologo.com/tratamiento-oncologico
[27] – https://www.elsevier.es/es-revista-revista-calidad-asistencial-256-articulo-el-derecho-una-segunda-opinion-ventajas-barreras-13089586
[28] – https://www.houstonmethodist.org/es/why-choose-houston-methodist/blog/2021/sep/when-should-you-get-a-second-opinion-for-cancer/
[29] – https://www.docline.com/blog/importancia-segunda-opinion-medica/
[30] – https://www.cancer.org/es/cancer/como-sobrellevar-el-cancer/encontrar-tratamiento/buscar-una-segunda-opinion.html
[31] – https://inmoa.es/segunda-opinion-medica-oncologia/